Ingredientes:
-500gr de harina de trigo tamizada
-200ml de leche caliente
-25gr de levadura fresca
-2 huevos
-100ml de agua caliente
-1/2 de cucharadita de sal fina
-70gr de azucar blanca
-Esencia de vainilla
-60gr de manteca o margarina pomada o semiderretida
-Aceite de girasol
-Azucar glass
Utensillos:
-2 bowl (uno mediano o chico y uno grande)
-Batidor de mano o tenedor
-Papel film
-Cortador de forma rectangular o cuchillo/cuchilla
-Rodillo de amasar
-Servilletas para secar exceso de aceite
Receta:
1.En un bowl grande ponemos el agua templada y disolvemos la levadura fresca y el azúcar revolviendo. Dejamos reposando unos 15 -20 minutos.
2. En otro otro bowl mezclamos la leche templada, la sal y los huevos. Batimos suavemente hasta que queden uniformes y añadimos un par de cucharaditas de esencia de vainilla. Depende de la intensidad que quieras.
3. Añadimos la mezcla de huevo y leche al bowl de agua y levadura, revolvemos bien hasta que todo quede integrado. Después cucharada a cucharada vamos añadiendo la harina. Tenemos que asegurarnos que no queden grumos. Al mismo tiempo vamos incorporando la manteca poco a poco. Al final tenemos que tener una masa uniforme y sin grumos. La dejamos reposar durante unos 15 minutos.
4. Sobre una superficie plana y limpia apta para amasar espolvorear harina. Amasar durante unos minutos hasta que no se pegue a los dedos ni a la mesa. Entonces la hacemos una bola, la ponemos en un bol grande y lo tapamos con papel film. Hay que dejarla reposar durante dos horas para que la masa suba.
5. Ahora volvemos a espolvorear harina sobre la mesa sacamos la masa del bol y la amasamos ligeramente para después aplánala con el rodillo suavemente sobre la mesa. Recuerda enharinar el rodillo también. Deja un grosor de un dedo o poco más. Contra más grosor dejes más altos serán los buñuelos. Ahora solo queda cortarlos en porciones iguales, rectangulares.
6.Ahora solo nos falta freírlos en abundante aceite de girasol. Yo te recomiendo hacerlo máximo de dos en dos. Tienen que quedar dorados pero dejando una línea central más blanquita. Hay que estar muy atentos al aceite. Unos segundos de descuido puede significar buñuelos quemados y aceite estropeado.
7. Salen del fuego y los ponemos sobre una servilleta para que expulsen el exceso de aceite. Una vez fríos espolvorear azúcar glas y listo.